"Matar al mormón", un libro que hace pocas semanas salió a la venta con la autoría del periodista Gabriel Pereyra, relata los avatares de las autoridades policiales en su lucha contra el narcotráfico y los testimonios vertidos por el ex Director Nacional de Policía Julio Guarteche, contra quien el narcotráfico había organizado un atentado con explosivos dentro de un automóvil, lo que no pudo llevarse a cabo por una filtración capturada por la DEA norteamericana que hizo el aviso a tiempo.
Un holandés y un marroquí, terroristas afanosamente buscados en todo el mundo, se venían desplazando por Montevideo desde hacía dos meses, analizando los horarios y movimientos de Guarteche y huyeron rápidamente al saber que su plan había sido descubierto.
Pereyra sostiene que "a un giro del destino hay que atribuirle la circunstancia de que no ocurriera un magnicidio", lo cual no evita que un hecho así pueda acontecer en cualquier momento.
Como ejemplo puso las amenazas a varios jueces y fiscales y al propio Fiscal de Corte Jorge Díaz, tanto como el propio ofrecimiento que la DEA (organización de lucha contra la droga norteamericana) hiciera a Guarteche en cuanto a que si daba el OK podría dar muerte a un conocido narcotraficante, al que se acusa de estar detrás de los atentados y posterior asesinato del "bocha" Risotto para lo cual había contratado a dos sicarios de Europa del Este, ambos de nacionalidad serbia.
Para Pereyra, la posibilidad de que cualquier momento en Uruguay pueda ocurrir un magnicidio, está latente y recordó en su libro los testimonios de Guarteche que en una oportunidad rompió en llanto en su propio despacho cuando al volver de una comparecencia en el Parlamento, se manifestó decepcionado por la escasa comprensión que la clase política había hecho de la gravedad de las situaciones creciente en materia de narcotráfico.
En el libro también relata los procesos en Colombia y en México, idénticos a los que ocurren en nuestro país, pero con diferencia de varios años, con la aparición primero de pequeños laboratorios, luego sicariatos y posteriormente la guerra de cárteles.
El propio cártel de Sinaloa en México fue según Pereyra, (y de acuerdo al testimonio aportado por informantes internacionales), apañado por el gobierno mexicano de la época, con la finalidad de dejar crecer un ala de ese cártel, para liquidar a otros 15 existentes en el país y quedarse con un solo problema. Pero el "Chapo" Guzmán creció tanto que se transformó en un problema insoluble hasta nuestros días.
"Matar al mormón" basa su nombre en la condición religiosa de Julio Guarteche, perteneciente a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días, que profesó una fe tal que lo llevó a citar salmos o trozos de ellos en sus afirmaciones relacionadas a la lucha contra el delito y reconoce que personajes como Guarteche, que se juegan su vida y la de su familia, a cambio prácticamente de nada, existen muy pocos y son difíciles de comprender desde una perspectiva meramente práctica.